Carlos Gesell
El 17 de Marzo de 1891 nace en Buenos Aires Carlos Idaho Gesell. Sus padres, alemanes, Silvio Gesell y Anna Böttger de Gesell, se instalan en la Argentina, a fines del siglo XIX.
Llega el año 1931 y Don Carlos veranea con su familia en Mar del Plata. Allí conoce al Sr. Héctor Guerrero, dueño de casi todos los campos de la zona y un gran forestador. Guerrero le habla de una franja de médanos que existe al norte de Mar del Plata y que está en venta. Don Carlos se interesa, pues buscaba un campo donde plantar pinos que, con el tiempo, abastecerían la madera necesaria para reemplazar a la que traía desde el Tigre y con esto abarataría los costos de producción. Cabe puntualizar que al comprar los médanos don Carlos no penso para nada en un balneario.
Don Carlos se interesa, y conviene con el Sr. Guerrero en ir a ver el lugar. Viaja hasta Juancho, donde Guerrero lo espera con un sulky. Queda extasiado ante la inmensidad de arena frente al mar. Hace algunos pocitos de arena y comprueba que el agua dulce esta muy cerca de la superficie. Esto lo decide, y cierra trato comprándole al Sr. Credaro 1.680 hectáreas de arena, con 10 kilómetros de costa y 1.600 metros de profundidad. Sueña con ese bosque de pinos que le dará madera barata y buena para su fabrica. Cuando vuelve a Buenos Aires, toda su familia le recrimina haber pagado 28.000 «pesos fuertes» por un montón de arena.
Después de la compra, don Carlos, entusiasmado contrata gente que instala en los médanos y comienza la construcción de un tamaño mediano. Envía las plantas por vagón de ferrocarril que, en ese entonces, iba de Constitución a Juancho. El transporte hacia la costa se hacía por medio de carros tirados por caballos y se guardaban las plantas en el galpón vivienda, a 16 cuadras del mar. Don Carlos viajaba cada 15 días.
Se comienza a forestar. Se plantan los arboles, que inmediatamente se secan por acción de los vientos y de la arena voladora.
Se empieza a plantar árboles alrededor de la casa pero por los fuertes vientos salinos la arena vuela y deja las raíces de las plantas al descubierto. Por lo tanto se secan. Este proceso se repite una y otra vez con los mismos resultados.
A pesar de todo esto, la pérdida de árboles es importante. En 1938 toma conocimiento de que en Australia, que está a la misma latitud que la Argentina y tiene una extensa zona costera, crece una acacia, la «Acacia Trinervis», que se adapta muy bien en la arena, resiste los vientos salinos y, como el Melilotus, toma nitrógeno del aire y lo vierte al suelo. Importa esta planta desde Australia, vía Alemania. Coloca varios ejemplares frente al mar, haciendo lo que llamó «nidito»: tres acacias y detrás un pino, que así quedaba protegido. La Acacia Trinervis prosperó extraordinariamente.
Es así como la fijación de los médanos empieza a prosperar. Esta se hace desde el mar hacia tierra adentro, y desde la casa de los peones hacia el mar. El bosque está tomando forma.
Mientras tanto, Don Carlos no abandonaba la pasión por lo inventos. Tanto que el 6 de Diciembre de 1978, la Asociación de Ingenieros Alemanes en la Argentina lo nombra «Ingeniero Ad Honoren». Entre sus innumerables inventos, unos patentados, la mayoría no, figura un automóvil de línea aerodinámica, diseño fechado en 1954, que se puede comparar con el Fiat Uno de los años 90 y con la mayoría de los automóviles precursores del año 2000. Además, para diversión de sus hijos, construye el «DUNAMÓVIL», con el que se tiraban por los médanos y consistía en una tabla con cuatro ruedas y una palanca de freno.
Villa Gesell sigue creciendo. En los años 60 se implementa el «PLAN GALOPANTE». Este consistía en lo siguiente: Si el comprador de un terreno comenzaba a construir inmediatamente su casa y a los 6 meses llegaba a los dinteles, recibía un descuento del 50 % sobre el precio del terreno. Es así como el crecimiento se convierte en vértigo, llegando a ser Villa Gesell la ciudad de mayor índice de crecimiento en el mundo.
Ya en 1951 se había creado la Cooperativa de Electricidad y se construye la primera estación de servicio. En 1959 se establece la zonificación de Villa Gesell y se instala la primera Delegación Municipal. En 1963 se crea la Cooperativa Telefónica.
En 1970, debido a la gran afluencia de vehículos y a las dificultades para transitar los días de lluvia, se decide asfaltar la Avenida 3. Mucho después se asfaltaran otras calles. Es el progreso que se instala pero a costa del cambio de la fisonomía y de las costumbres de la Villa, tan amables e informales. La gente circulaba por las calles en shorts y descalzos o en cómodas zapatillas. por la noche, como la iluminación de las calles era escasa, eran de rigor las linternas.
En 1969 había comenzado a construir el Acuario que llegó a ser el más grande de Sudamérica. En 1970 se construye el Muelle de Pesca y en 1971 la Estación Terminal de Ómnibus. También solventado por Don Carlos se construye el primer colegio secundario al que El Fundador dará el nombre de su madre Ana Böttger de Gesell, y el Aeródromo.
Mientras vivió, Don Carlos siguió brindando los servicios viales. Después de las lluvias, salían sus máquinas para alisar las calles.
A la gente que trabajaba con él les daba grandes facilidades para la compra de terrenos y la construcción de su casa; fue así como se formó el barrio obrero. Aún hoy en día es muy común oír las expresiones de agradecimiento de sus ex peones.
Don Carlos tuvo la dicha de ver su obra terminada y la forestación de todo Villa Gesell. Poco antes de morir era común oírle decir :»AHORA FORESTARE EL SAHARA».
Falleció a causa de un infarto el 6 de Junio de 1979 en el Hospital Alemán de la Ciudad de Buenos Aires, a los 88 años de edad. Su tumba se encuentra en el cementerio de Villa Gesell.-
Biografía por la Lic. Amalia Oestreicher
Bibliografía
Gesell Rosemarie: Carlos I. Gesell: su Vida 2′ Ed. – Villa gesell 1993
Archivo del Museo Histórico Municipa