José Libertella 2da Parte
VA | Sep 19, 2011
-¿Qué pasa con la herencia del tango? ¿No aparecen nuevos Piazzollas que generen cosas nuevas? ¿Cómo viene el tema de las nuevas generaciones de músicos jóvenes, bailarines, cantantes que aparecen?
Bueno, yo creo que tengo que ser optimista a medias por su puesto, por que hay una etapa de docencia que va a tener que hacerse de alguna forma. Los chicos van a tener que tener sus modelos y tratar de imitarlos. Todavía no se vislumbra, pero hay gente que ya probó su pólvora. El tema es que cuando los prueban afuera no vuelven más.
Por ej. yo tengo el caso de Gustavo Toquer. Aquí nadie lo conoce, mejor dicho, lo conocen algunos allegados. Yo hace casi 20 años que lo vi por primera vez a éste chico y lo vi en un concierto que hacía con un trío que el tenía en Munich, y era fantástico lo que ellos hacían. Eran unas funciones de tango y de folklore.
Y la gente en Alemania, aplaude todas las innovaciones y aquí no pasa lo mismo, porque cada uno está censurando, no hay aceptación porque tampoco hay una costumbre de escuchar música.
Nosotros podemos ir a Alemania y tocar los arreglos que nosotros hacemos, que están basados en la música clásica. El mecanismo es el mismo. Nosotros, todos los músicos que escribimos tango, hemos estudiado con maestros clásicos y tenemos esa herencia clásica y podemos hacerlo tranquilamente en Europa.
Aquí hubo mucha censura, por ej. hace 40 años lo estaba viendo a Piazzolla en radio Belgrano y yo estaba en una orquesta para Miguel Montero. Mi orquesta era actualizada, acompañaba a un cantor pero mi intención era que fuera actualizada la orquesta.
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¿Qué cosas lo hacen a Ud. ser optimista a pesar de todo eso?
A mí me hace ser optimista por ej. que la Argentina vuelva a ser un país barato para los turistas. Bs. As. es una de las grandes ciudades del mundo. No cabe ninguna duda de eso. El argentino, que de alguna manera es menospreciado y eso de que a los argentinos nos quieren en todas partes por que somos el valuarte de toda la humanidad, no es tan cierto como dicen.
Hay un poco de resquemor y admiración hacia el argentino. Yo me he encontrado por ej. hace 40 años en ciudades de Venezuela en donde íbamos a una ciudad y nos hacían una cena de agasajo los directores de la universidad. Lo cual quiere decir que ellos estaban considerando a la Argentina como un país culto y realmente es un país culto dentro de latinoamérica.
Y si la Argentina tiene una salida económica, va a ser muy simple porque todos los países latinoamericanos que yo conocí con moneda fuerte estaban en la ruina. Yo estuve en Venezuela cuando el Bolívar fuerte valía más que el dólar y la pobreza era terrorífica por todo lo que estaba pasando ahí. Estuve en Ecuador donde un Sucre valía igual que un dólar hace 30 años.
– Más allá de la situación general, para que los músicos jóvenes lleguen a ser una figura reconocida y respetada como Ud. aquí y en el mundo ¿Qué es lo que le parece fundamental hacer, para que pueda crecer y poder constituir su propia personalidad artística?
Ellos van a tener que seguir estudiando siempre, por que esto es una cosa de toda la vida, de todos los días. La oportunidad posiblemente sea cuando los brasileros puedan venir nuevamente aquí. Porque los brasileros en general, aman la música argentina y aman Bs. As. Les gusta venir a Buenos Aires, les encanta. Cuando Bs. As. vuelva a ser, como se anunciaba en todas partes, el París de América latina, que se anunciaba en todos los cines, la gente venía aquí y por 8 dólares veía un show en un lugar de espectáculo principal.
Entonces cuando los músicos jóvenes tengan ocasión de todos los días pulsar el público y pulsar que es lo que quiere el público. Porque el público tiene una idea del tango y no hay que cambiárselo totalmente.
Hay que aggiornarlo pero no se le puede cambiar el producto, por que la gente se da cuenta. Así como en la música se dan cuenta cuando le quieren meter la mula.
Yo he conocido a lo largo de mi carrera a músicos que eran buenos músicos pero decían: no, yo soy empleado de banco y yo el empleo no lo voy a dejar. La música se dio cuenta de eso, porque se da cuenta de la sinceridad de la gente.
Aparte de las oportunidades, que son muy importantes, el músico va a tener que buscar, estudiar continuamente y tratar de crear sus propias versiones de los tangos. Si va a hacer tangos que son clásicos, imprimirles algún sello personal.
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El tango va a tener que volver a ser una música que represente a los argentinos y que pueda de alguna manera sostenerse por sí sola.Así como se está sosteniendo en el exterior, en donde los músicos lamentablemente que se van, no vuelven y empiezan a tener tanto trabajo afuera. Como nos pasó a nosotros, le va a pasar a mucha gente joven que vaya, que tenga un buen dominio del instrumento y se dé cuenta que en el mundo hay cabida para todos. |
-Ud. dijo algo recién que quiero que me aclare: con el Sexteto, hace 20 años que están tocando en el exterior con mucho éxito, en los 4 continentes.
-Menos en Africa y en la India.
-Y tienen 200 funciones por año o más. Estando un mes de vacaciones en Bs. As. toca como 15 veces, ¿Por qué vuelve?
Bueno, porque en realidad el hombre tiene que ser de algún lugar. Nosotros somos de Bs. As. Y porque ¿A quién le importa lo que pasa en Alemania?. Si yo empiezo a hablar de lo que pasa en Berlín, de lo que pasó en París, puede pasar que todo el mundo piense que yo me estoy agrandando y me estoy mandando la parte cuando cuento cosas que son posibles en otros lugares ¡Pero aquí también son posibles! Porque nosotros inauguramos el festival y había 5000 personas que no pagaron. Pero no pagaron porque no tienen plata ahora, pero no porque no les guste el tango realmente.
¿Porqué volvemos a Bs. As.? El país propio uno lo empieza a ver cuando se va. Como los astronautas, para ver la redondez de la tierra, hay que alejarse. Así uno ve el país de uno y empieza a quererlo más y a tener ciertos temores y cierta cosa, por que aquí tiene la familia.
Hace algunos años yo decía: tenemos que tocar en Bs. As. El Sexteto Mayor siempre está de gira, el Sexteto Mayor no existe; tenemos que tocar para que nos vea nuestra familia, para que nos vean nuestros nietos, para que de nuevo haya un diálogo con el vecino, con todo eso.
Y a mí me marcó mucho eso; un día estaba viendo un partido de fútbol de un equipo de segunda. Y ahí lo vi al Pinino Mas que fue goleador en River ¡Pero increíble goleador! y aunque River no ganaba en ese año, él era impresionante, goleador del campeonato no sé cuantas veces. Tenía como 41 años y le seguía pegando a la pelota y haciendo goles con la pelota parada, increíble. Pero ya no podía más y dijo: -Yo quiero seguir jugando para que me vea mi hijo. Por que él cuando tenía 17 años no tenía hijos. Él quería que su hijo lo viera jugar.
Nosotros también queremos eso. Yo digo que no hay nada peor que el olvido.
– Para terminar, voy al principio: Ud. vino muy chiquito desde Italia, de Potenza, donde nació. ¿Tiene el recuerdo de cuándo se sintió argentino por primera vez?
Yo siempre me sentí argentino. Es más, en la final del campeonato del mundo yo siempre estaba hinchando por Argentina. Yo siempre me sentí argentino. Yo conocí Italia cuando tenía 48 años y pude ir al lugar donde nací, que fue muy importante verlo, pero yo crecí en un barrio como Villa Lugano. Si tuviéramos que definir a Buenos Aires, nosotros tuvimos radio cuando yo tenía 5 años, pero no hacía falta tener radio para escuchar el tango. Con una radio en la cuadra bastaba, porque era como si Bs. As. fuera todo un cielo de tango. El tango cubría todo, era todo. Era Libertad Lamarque, era Gardel, era Magaldi, era Corsini, todo eso era el tango y yo nunca me sentí extranjero.
Una vez un periodista español me hizo una pregunta diciéndome si yo sentía la discriminación por ser argentino. No la siento y no la admito, le dije. Porque nosotros en Argentina, no hicimos nunca distinción de nada. Para nosotros eran todos iguales. Y yo sigo queriendo al gallego; los últimos que dejaron de comprar en el almacén antes de que cerrara éramos nosotros, porque esa es la gente que se cobijó en el cielo argentino, en el suelo argentino. Entonces yo ni la veo ni la admito, le digo yo.
Porque Argentina ha sido generosa en su momento con ellos y no solamente eso. En España saben muy bien lo que han hecho los psicólogos argentinos, los dentistas argentinos, han hecho escuela. Lo que ha hecho la gente de la radio. Ahora son una maravilla funcionando, hay que ver lo que son las radios en España ahora, son instituciones. Hay escritores en cada panel, escritores en todos lados. Yo me maravillaba de eso y el que conducía ahí me decía: nosotros aprendimos a hacer la radio de los argentinos y de los chilenos.
Así que la Argentina tendrá que renacer, pero vamos a tener que pensar nosotros. Algo tenemos que pensar. Esto se me ocurrió ayer: paseando por Paraná y Corrientes, por un lugar que se daban clases de tango y se escuchaba el tango. ¡Hay que vestirse de tango! Y adentro poner las computadoras. Como hacen las casas en París: uno ve la casa y no tiene una modificación; son casas viejas, pero adentro es el modernismo personificado. Ellos venden París. Nosotros tenemos que vender Bs. As. Por que Bs. As. tiene mucho para vender y mucho para mostrar. Tiene para mostrar el espíritu del tango. ¡No hay que tener vergüenza!
El tango tendría que estar en todas partes como hacen los españoles con las procesiones; te llenan de procesiones y de cosas que vos no sabés qué fiesta es y las siguen haciendo porque eso les da personalidad y ellos respetan su identidad. En Barcelona hemos estado varias veces un par de meses en el teatro Tívoli. Un día Barcelona juega con el Valencia y pierde la final para la copa. Barcelona era una cosa, era un cementerio. Entonces al día siguiente fuimos con mi mujer al puerto y a la vuelta tomamos un taxi. Mi mujer le dice al taxista: ¡Ayer, cómo estaban, estaban muertos Uds.!, le dijo al taxista. Y él dijo: sí, la verdad confieso, que pasé mala noche.
¿Es para tanto? dice mi mujer y él le contesta: Es que Uds. no pueden comprenderlo porque para nosotros durante 50 años la cancha del Barcelona era el único lugar donde nosotros podíamos ir a cantar en catalán y decir lo que se nos ocurría. Era el único lugar, porque durante 50 años no se podía hablar en catalán y no se podía bailar la Sardana; estaba todo prohibido. Entonces para nosotros el Barcelona es mucho más que un club de fútbol. Esas son las cosas que yo creo que hay que rescatar del sentimiento argentino.
Valores Argentinos agradece al maestro «Pepe» Libertella por la recepción que nos hizo en su casa, por compartir su música maravillosa y sabiduría.
Adrián D’Amore ha colaborado con Valores Argentinos ad honorem por lo cual estamos inmensamente agradecidos.
Agradecemos también a Miguel Angel Gabrielli, Miriam Muleck y María Laura García Cano, quienes ayudaron a realizar la nota y nos dan fuerzas para seguir adelante con este proyecto.
© Valores Argentinos, 19 Agosto 2002. Para difusión pública de nuestras imágenes y textos debe pedir autorización a info@valoresargentinos.com